El pasado viernes día 26 de abril se llevó a cabo, motivada por la asignatura de Catedrales, la visita a la Catedral en Murcia.
El autobús era de 60 plazas y estaba casi a tope.
Cargados con los paraguas, porque dice el refranero popular que
"en abril aguas mil", la lluvia nos dio un respiro y pudimos contemplar la Catedral por dentro y por fuera sin tener que hacer uso de ellos.
Carmen Verdú, la profesora, se encargó de que tomáramos buena nota de todos los estilos que configuran la Catedral, además de contarnos algunas curiosas anécdotas.
Nos proporcionó unos apuntes gráficos que dejamos aquí para poder recordar.
Al término, Juan, el chófer, nos esperaba para llevarnos al Museo Salcillo.
Nos faltó tiempo para recrearnos con las 556 figuras del belén. ¡Eran tantas...!
Todas son preciosas figuras de barro cocido, madera y cartón, de tamaño entre 25/30 cms, que el escultor realizó por encargo de su amigo Josualdo Riquelme y Fontes.
En 1909, el belén salió de Murcia con el objetivo de ser vendido, siendo expuesto en 1914 en el Museo Arqueológico Nacional y tasado en 165.000 pesetas. La obra regresó a Murcia en el año 1915, cuando el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes autorizó su compra para el pueblo de Murcia por 27.000 pesetas. En un principio estuvo situado en el Museo de la Trinidad, siendo trasladado en 1956 al Museo Salzillo.
Según nos explicaron los guías, Francisco Salcillo que nació en 1707 y murió en 1783, realizó toda su obra en madera policromada, con imágenes religiosas tanto procesionales como no procesionales. El estilo personal que caracterizaría sus obras destacó desde muy pronto, con técnicas como el terminado del cabello a punta de cincel o su labrado en forma de estrías muy finas.
El beso del Prendimiento tallado por Salcillo en 1763
Apóstoles durmientes. Único resto superviviente del antiguo grupo de la Oración del Huerto creado por Francisco Salzillo en el s.XVIII para la cofradía de los Californios de Cartagena que fue destruido en la quema de iglesias y conventos de 1936.
En su idea de dar a conocer el Evangelio a las gentes, Salcillo representaba las tallas principales con vestidos de la época de los tiempos de Jesús, mientras que el resto de personajes secundarios, fueron tallados con ropajes a la usanza de la época, es decir del siglo XVIII, por lo que fácilmente se pueden ver las características de la vestimenta de aquellos años.
También nos contaron que nunca salió de Murcia para hacer sus trabajos, excepto la vez que vino a Cartagena a entregar sus imágenes de los 4 Santos.
Dicen de Salcillo, que su pintura parece una escultura y su escultura, una pintura. Fue el más representativo y uno de los grandes imagineros barrocos.
Y llegó la hora de darle un respiro a los pies, y alimento al estómago, así es que nos fuimos hasta el Valle, en busca del Centro de Visitantes, La Luz.
Unas cuantas curvas que pusieron a prueba la pericia del conductor y por fin llegamos.
Allí comimos con un precioso paisaje y una torrencial pero breve lluvia de fondo, que cesó cortesmente al volver al autobús.
¡UN DIA ESTUPENDO....!
Aquí tenéis el enlace para ver las fotos que hizo Paco Riquelme:
https://plus.google.com/photos/118184216466902056230/albums/5872205080357743057?authkey=CM_b09eR9OzjEA
La comida se hará extensiva para los cónyuges
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